El olor a lavanda, los atardeceres, la cercanía con los viñedos, la pasión por el cultivo y las grandes rutas ciclistas convergen en un punto del sureste de Francia, sede de una gran experiencia
Esta es una historia que comienza en una finca orgánica de producción de aceite de olivo, ubicada en la Provenza francesa donde encontramos a los amigos de toda la vida… que no conocía.
Vivo de la agricultura y me cautiva su gente. Me gusta conocer y entender el origen de la buena comida que ponemos en la mesa y disfruto compartirla con quien la produce.
Una competencia ciclista fue la razón por la que llegamos, pero la gente y el magnetismo de los viñedos, los campos de olivos y el perfume de lavanda que envuelven a la región fueron las razones para hacernos decidir perder los vuelos de regreso.
Mas Des Olives es la creación de Karin Aeberhard, una exitosa mujer que se abrió camino desde la adversidad. Karin —al igual que nosotros— llegó a Bédoin, un pequeño pueblo en el sur de Francia, buscando recorrer en bicicleta los infinitos secretos de las duras rutas que han convertido esta región en paso obligado del Tour de France.
Completamente renovada y rodeada de viñedos, la finca está dedicada a la producción de aceite orgánico de olivo. Seis meses al año se abre a visitantes, principalmente ávidos ciclistas, atraídos por los caminos rodeados de plantaciones de lavanda.
La propiedad está situada exactamente en la ruta hacia la cima de Mont Ventoux, tierra santa y catedral del legendario tour donde los gigantes del ciclismo han librado épicas batallas.
Nos impacta profundamente el respeto hacia el terruño, hacia la tierra natal del productor de olivos y del vitivinicultor, tierra cuyas características forman el carácter del vino y la aceituna.
Por su parte, Mohammadi Kartit, Maestro de los olivos, entiende muy bien el concepto de paciencia. Por eso prefiere sembrar los árboles a una distancia que les da espacio suficiente para crecer 100 años antes de que sus ramas se acaricien unas a otras. Los ha sembrado por años y continuará haciéndolo, pensando en el futuro de los que vendrán después de él.
Los beneficios del aceite de olivo son bien conocidos, lo que no es muy entendido son los años de paciencia y cuidado que requiere cada árbol para entregar sus frutos. Hay temporadas de trabajo arduo como la cosecha y la vendimia, tiempos de atención y cuidados exactos en los que se produce el aceite y el vino, así como tiempos en donde la prioridad es vivir.
Pero no solo de aceite y vino se vive, por eso, semanalmente diferentes productores se dan cita en Bédoin para vender las frutas y verduras de la región, los complejos quesos y curados embutidos, la adictiva miel y por supuesto las diferentes aplicaciones de lavanda. El día de mercado es también un buen día para ponerse al día.
No encuentro aún la fuerza para regresar a la era del smartphone, la comida rápida y lo inmediato. Por eso, al final del día sigo entrando a la cocina de Mas Des Olives, donde las manos mágicas de Marie Jo preparan diariamente un nuevo pastel para que podamos decirle: Marie Jo, on reste! (Marie Jo, nos quedamos).
