Cientos de turistas realizan el ritual frente a este monumento con la esperanza de volver a Roma, pero lo que se recauda de esta fuente tiene un destino mucho más especial.
Quienes han tenido la suerte de viajar a Roma, saben que hay un lugar que hay que visitar si se quiere volver a la también llamada Ciudad Eterna. Este lugar mítico es la Fontana di Trevi, en el corazón de la ciudad.
Se trata de una fuente espectacular; la más grande de Roma, con dimensiones de 20 metros de ancho por 26 metros de altura.
Sus orígenes se remontan al año 19 antes de Cristo, cuando fue construida al final del Acueducto Aqua Virgo, uno de los acueductos que todavía actualmente traen el agua a las fuentes de Roma. Sin embargo, el aspecto actual se debe a dos arquitectos del siglo XVIII.
Fuentes en Roma hay muchas, pero esta es especial, porque —de acuerdo con la tradición— si se arroja una monedita a la fuente, se cumplirá el deseo de volver a Roma.
Me ha tocado en muchas ocasiones realizar un reportaje en este lugar tan visitado por los turistas de todo el mundo. Siempre me encuentro algún mexicano con quien platico un poco, antes o después de que se tome una selfiecon la fuente a sus espaldas o alguien le toma una foto, mientras con los ojos cerrados lanza hacia atrás una moneda.
Cada vez les hago una pregunta a mis compatriotas, una que hoy quiero hacerles a ustedes: ¿saben qué se hace con las monedas que se lanzan a la fuente? Muy pocos lo saben.
Las monedas de la Fuente de Trevi están destinadas a obras de beneficencia. El Ayuntamiento de Roma las entrega desde 2001 a Cáritas, la organización católica que cuenta con casas hogares, albergues y comedores para gente de escasos recursos.
Hace unos años los pobres de Roma eran sobre todo extranjeros, pero debido a la crisis económica ha aumentado el número de los italianos que recurren a la ayuda de Cáritas.
Recientemente, fui a hacer una nota a la Fuente de Trevi porque el ayuntamiento de la ciudad había decidido suspender la entrega de las monedas a Cáritas para destinarlas a proyectos sociales y culturales.
Se armó tal revuelta, que finalmente tuvieron que hacer marcha atrás y la alcaldesa de la ciudad —Virginia Raggi— anunció que las monedas seguirán siendo entregadas a Cáritas.
Lo que tampoco saben probablemente es cuánto se recolecta al año. Gracias a esta tradición, en 2018 la cantidad fue un millón y medio de euros. Obviamente, no han faltado las personas que han intentado robarse las monedas, por lo que siempre hay patrullas de la policía alrededor de la fuente.
Me ha tocado asistir a varias fases de limpieza y restauración, y ver de cerca el mármol y las figuras; ha sido realmente una gran experiencia.
Lo que a lo mejor no saben es que el de volver a Roma no es el único deseo que pueden pedir cuando visiten esta fuente.
Si arrojan dos monedas en lugar de una, encontrarán el amor, y a lo mejor será un italiano o una italiana. Si arrojan tres moneditas, se casarán con la persona que conocieron.
Bueno, los espero por aquí. Si vienen, los entrevistaré frente a esta mítica fuente, o si prefieren nos tomaremos una selfie.
