Algunas recomendaciones para turistas acalorados
¿Te ha tocado visitar Roma u otra ciudad artística de Italia en pleno verano, o planeas hacerlo? En el primero de los casos, ya es un poco tarde, en el segundo, me gustaría ponerte sobre aviso.
En tus recorridos por Roma seguramente incluirás las famosas fuentes monumentales, realizadas por los artistas más conocidos del Renacimiento. No puedes perderte las fuentes de la Plaza Navona, de la Plaza de San Pedro, de la Plaza de España, la Plaza Barberini, la Plaza Venecia o la mítica Fuente de Trevi.
Lo harás bajo un sol impiadoso, con temperaturas que superan los 35 grados y un fuerte nivel de humedad, y lo más probable es que caigas en tentación. Te estarás preguntando a qué tentación me refiero. Muy sencillo, la de entrar en una de estas fuentes para darte un rico baño de agua fría, o como mínimo echarte agua a la cabeza y refrescarte un poco.
Te aconsejo que no lo hagas porque el costo de esta imprudencia es alto. Como todos los veranos, el Ayuntamiento de Roma ha establecido una serie de normas para los turistas mal portados. Este año, ha decidido que los que utilicen las fuentes de forma incorrecta deberán pagar multas desde los 160 hasta los 450 euros.
La decisión fue tomada porque como todos los años no han faltado turistas que ven las fuentes como posibles albercas y se meten vestidos o incluso desnudos. La desnudez conlleva, naturalmente, otras multas.
Después de esta mala noticia para los que padecen el calor, tengo una buena. En toda la ciudad se pueden encontrar unas 2500 pequeñas fuentes, en hierro fundido, cilíndricas, de poco más de un metro de altura, de las que sale un agua potable, fría y muy rica. Se encuentran en todas partes, en los diferentes barrios y, recientemente, ha sido creada una aplicación para localizarlas.
Lo que quizás no sepas es que estas fuentes se llaman nasoni, es decir, ‘narigudos’, debido a la destacada curva del caño de la fuente, parecida a una prominente nariz. Los nasoni son, indudablemente,
una de las muchas peculiaridades y bellezas de la Ciudad Eterna.
Así que en tu próxima visita a Roma, sobre todo si es en verano, te invito a buscar estas fuentes y a llevar siempre contigo una botellita vacía. Nada mejor para el calor.