Columna de Valentina Alazraki

El Santuario de los gatos

Septiembre 2019
Star News - El Santuario de los gatos

Queridos lectores, ¿les gustan los felinos? Si su respuesta es positiva, quizás no sepan que Roma es la ciudad de los gatos.

Por las calles de la también llamada Ciudad Eterna circulan entre 90,000 y 200,000 gatos callejeros con muy buenos gustos porque, por lo general, eligen como residencia los monumentos que atraen a millones de turistas de todo el mundo.

Hace unas semanas fui a hacer una nota para Noticieros Televisa en el Santuario de los gatos, en la Plaza Argentina, en el corazón de la ciudad, no muy lejos de los Foros Romanos y del Coliseo. Ahí, desde 1993, se encuentra —en medio de restos arqueológicos— la sede de la Asociación Cultural Colonia Felina de Torre Argentina, que no solo alimenta y cuida a gatos callejeros, sino además se dedica a esterilizarlos.

La relación entre Roma y los gatos es muy estrecha y muy antigua. El amor por estos felinos se remonta a la época antigua. El emperador Augusto tenía una gata muy especial y por ello, en el centro de la ciudad existe una calle de la gata y estatuas dedicadas a este felino que aparece, además, en tarjetas postales y todo tipo de souvenirs.

En Roma siempre existieron las “gataras”, es decir, unas mujeres —por lo general del pueblo— que todos los días llevaban alimentos a alguna colonia de gatos.

Los de la plaza Argentina empezaron a ser cuidados por actores y actrices, puesto que frente a las ruinas en las que —de acuerdo con la tradición— habría sido asesinado Julio César en el año 44 antes de Cristo, se encuentra el famoso Teatro Argentina.

En el refugio se encuentran alrededor de 120 gatos. Hay también una sección para gatos discapacitados que necesitan atención médica. Lo más curioso es que se ha vuelto una meta obligada para los turistas.

Algunos, después de visitarlo, se enamoran de algún gato y vuelven como voluntarios en épocas de vacaciones para ayudar a la asociación, que no cuenta con ayuda pública y en la que todos, incluídos los veterinarios, son voluntarios. Los turistas dejan ofrendas y pueden hacer, incluso, una especie de adopción a distancia.

Así que ya saben, si aman a los gatos y vienen a Roma, no dejen de visitar su santuario.