Si la calidad es un conjunto de propiedades que permiten caracterizar y valorar un producto o servicio, este es el distintivo que hay que agregar en tu lugar de trabajo; comencemos por el orden, si cada cosa está en su lugar más fácil será identificar y maniobrar el desempeño del trabajo. ¿Qué pasa cuando se colocan los utensilios necesarios de manera desordenada? aparte de dar mal aspecto tardas más en encontrar el documento o artículo.
Otro aspecto de igual importancia es la limpieza, laborar en un lugar sucio, a simple vista te deprime, tus ideas no fluyen con la claridad y rapidez que debería llegar a un desempeño óptimo.
Crea una rutina de orden y limpieza que sea confortable desde el comienzo de tu trabajo, de esta manera comenzarás tu día alineado a nuevas ideas. La luminosidad en los establecimientos también interviene en el trabajo, si hay poca luz no se alcanza a ver, te cansarás más pronto y la sensación de adquirir o producir bajará.
Al entrar a consumir, el cliente percibe la limpieza del lugar, si la persona del mostrador tiene orden en su escritorio y si le agrada lo que ve. Hay que recordar que el consciente capta el 10% de lo que vive y el 90% lo capta el inconsciente, por esta razón debemos cuidar hasta el último detalle y limpiar.
Cuando notes desde un inicio que la entrada, la manija, el vidrio, la lámpara están en mal estado, reemplázalo o límpialo; seguramente con enterar a la persona responsable de mantenimiento, ésta acudirá a corregir el desperfecto.
En una organización todos estamos involucrados en el bienestar y apoyo a la misión de la empresa; pongamos nuestro granito de arena fomentando el orden y la limpieza como sello distintivo.
Con la llegada del ventoso otoño en este mes de octubre, hacer limpieza al estante y escritorio, seleccionar el archivo que ya no se ocupa y colocarlo quizá en almacén, también te dará espacio para crear y expandir nuevas ideas.
Los tres cajones de tu escritorio tienen una razón de ser, el de arriba es para asuntos inmediatos; el medio para asuntos de mediano plazo o media importancia y el bajo para tu folletería o expedientes no tan frecuentes. Crea la funcionalidad como más productivo te haga ser.
Con esta frase me despido: “La limpieza es el acto de enfrentarse a sí mismo”
¡Hasta Pronto!
Por: Lupita Fuentes
Instagram: factor.gente
